lunes, 13 de marzo de 2017

La esperanza de vida y la longevidad

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Busto de Julio César en el
Museo Arqueológico de Nápoles
(Andreas Wahra, 1997)
La esperanza de vida es un concepto estadístico muy mal entendido. Incluso divulgadores muy mediáticos de la ciencia, como Eduardo Punset, la malinterpretan. Punset escribe en su libro El viaje a la felicidad la siguiente barbaridad:

Para la especie humana, cuyo organismo se enfrenta a las inversiones vitales para superar todos estos obstáculos, resultaba contraproducente invertir en exceso en el mantenimiento de un organismo que, de todos modos, no iba a superar los treinta años de vida.



La esperanza de vida no tiene nada que ver con la longevidad de los individuos, sino que es la media de la cantidad de años que vive una determinada población en un cierto período. Como le pasa a cualquier media, los valores individuales altos (las personas que llegan a viejo) la suben, y los valores bajos (las personas que mueren en la infancia) la bajan. Y el caso es que en las poblaciones de cazadores-recolectores como las de nuestros antepasados, sin cesáreas, sin antibióticos y sin vacunas, la mortalidad infantil era muy elevada, del 30 al 40 % antes de los quince años, con la mayor parte de esas defunciones antes de los cinco. Estos son los que bajan la media. Un ejemplo: Si de una población de 100 personas, 10 mueren al nacer, otras 10 a los 5 años, otras 10 a los quince, otras 10 a los 30, 20 a los 40, otras 20 a los 50, 10 a los 60 y las 10 restantes a los 70, la esperanza de vida será de... 36 años. Curioso, ¿verdad?

Estrictamente, de lo que hemos hablado hasta ahora es de la esperanza de vida al nacer. Del mismo modo se puede definir una esperanza de vida para cualquier edad como la media dentro de la población de los años de vida que les quedan a los individuos de esa edad. Uno podría pensar que la esperanza de vida disminuye según se van cumpliendo años, pero no tiene por qué ser así. Tomemos un ejemplo extremo, el de la película de 1976 La fuga de Logan, en la que se nos presenta una distopía en la que la sociedad del siglo XXIII se mantiene en equilibrio matando a todos los individuos cuando cumplen 30 años. Creo recordar que en la película no se dice nada sobre la mortalidad infantil, pero supongamos que uno de cada 10 niños muere antes de cumplir un año, y que después, gracias a los avances de la medicina, no muere nadie antes de ser eliminado a los 30. La esperanza de vida al nacer es 27 años, pero en el momento en que un individuo cumple 1 año, su esperanza de vida aumenta hasta los 29 años, los años que le quedan por vivir (si no se escapa como Logan, claro).

A mí, lo que más me sorprende de este asunto es la disonancia cognitiva que lleva a mucha gente a ignorar otros datos que conoce cuando malinterpreta la esperanza de vida. Por ejemplo: la esperanza de vida en la antigüedad grecorromana era de 28 años. ¿Significa eso que los griegos y los romanos eran ancianos a los 28 años? Evidentemente no. Julio César fue asesinado con 65 años, cuando aún le quedaba cuerda para rato. Alejandro Magno murió joven, envenenado, con 33 años. Por no hablar de Jesucristo...

He hecho una gráfica, que me parece muy clarificadora, sobre la evolución de la longevidad en los últimos tres milenios. Para evitar efectos achacables al modo de vida, he elegido ochenta personas de una profesión que no ha cambiado mucho desde el siglo VII a. C. a la actualidad. No, no es esa profesión que estáis pensando... En la gráfica he representado la edad a la que murieron los 80 filósofos que aparecen en la página "Filosofía" de la Wikipedia cuyas fechas de nacimiento y defunción son conocidas, desde Tales de Mileto hasta Gilles Deleuze. Este es el resultado:


Como se ve claramente, la longevidad del ser humano no ha variado en más de dos milenios. Y, sin embargo, en solo un siglo la esperanza de vida ha aumentado espectacularmente. Como ejemplo, la de EE.UU.:

Esperanza de vida en EE.UU. entre 1900 y 2011 (Neo139, 2016)

En España, según datos del Banco Mundial, hemos pasado de 69 años en 1960 a 83 en 2014.

La longevidad está en nuestros genes; la esperanza de vida depende de factores ambientales, como la alimentación, la sanidad, las guerras, los tigres de dientes de sable...

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