viernes, 22 de octubre de 2010

Los elefantes de Tarzán...

Elefante asiático (1) y elefante africano (2)
(Meyers Konversationslexikon, 1885-1890)
Escucha el podcast
Hace poco he vuelto a ver una de aquellas viejas películas de Tarzán, el auténtico Tarzán, Johnny Weissmuller. Siempre que veo esas películas me llama la atención el rudimentario disfraz que llevan los elefantes: orejas de goma, colmillos postizos... ¿Por qué habría que disfrazar a los elefantes en una película de Tarzán? Porque son elefantes asiáticos que se pretende hacer pasar por elefantes africanos. Y hay que agradecer el esfuerzo, pues en otras películas más modernas se muestra sin rubor a Tarzán montado en un elefante asiático.


Hay muchas diferencias entre las dos especies de elefante, y algunas saltan a la vista. La primera es el tamaño; los elefantes africanos son en promedio más grandes que los asiáticos, aunque esto no resulta un problema para las películas de Tarzán, puesto que los elefantes africanos de selva son más pequeños que los de sabana, y de un tamaño más similar al de los elefantes asiáticos (o incluso algo más pequeños). La forma más fácil de diferenciar un elefante africano de uno asiático son las orejas; en los primeros son de forma triangular y cubren los hombros del animal, mientras que en los segundos son más redondeadas y bastante más pequeñas. Por eso, los elefantes que aparecen en esas películas de Tarzán llevan orejas postizas, que son claramente identificables por su excesiva rigidez; nunca las agitan, como suelen hacer los elefantes con sus orejas verdaderas, sino que las mantienen pegadas al cuerpo. Algunos elefantes también llevan colmillos falsos, ya que tanto los machos como las hembras del elefante africano los tienen, mientras que las hembras del elefante asiático suelen carecer de ellos; se nota que son postizos porque no están sujetos rígidamente a la mandíbula del animal y se bambolean cuando éste corre. Hay otras diferencias más sutiles: la frente del elefante indio es más abombada, la espalda más arqueada y la cola más larga; tiene cuatro dedos en las patas traseras, cinco en las delanteras, y sólo un lóbulo ("dedo") en el extremo de la trompa, mientras que el elefante africano tiene dos lóbulos en la trompa, tres dedos en las patas traseras, y cuatro o cinco en las delanteras.

Alguien puede preguntarse qué necesidad hay de complicarse tanto la vida, cuando hay elefantes africanos a disposición. Sí, es cierto, hay elefantes africanos (bien es verdad que cada vez menos), pero resulta que son más difíciles de domar. Algunas fuentes llegan a afirmar que es imposible domar un elefante africano. De hecho, hoy en día, todos los elefantes de los circos y los que se emplean para diversos trabajos en muchos países de Asia son elefantes asiáticos (ver el comentario de Iñaki). Aunque tampoco éstos están realmente domesticados. Los elefantes asiáticos no se crían en cautividad, sino que se capturan en estado salvaje y se doman.

"[...] por animal domesticado entendemos un animal criado selectivamente en cautividad y, por tanto, modificado a partir de sus antepasados salvajes [...]"
Jared Diamond, Armas, gérmenes y acero



4 comentarios:

  1. Muy interesante, sólo decir que en Zambia, Suráfrica y otros países del África meridional, ya se usan elefantes africanos para realizar safaris sobre sus lomos. No sé si serán más fáciles o difíciles de amaestrar, pero es posible.

    ResponderEliminar
  2. Sr. Neutrino:
    Lo más absurdo de la falsificación radica en que en la época de las películas de Tarzán (e incluso ahora) no creo que el 99% de los espectadores se hubiera dado cuenta de la procedencia del elefante. Es más, dudo de que la mayoría supiera que existen dos especies diferentes de elefantes.

    ResponderEliminar
  3. Leyendo este artículo (por cierto, felcidades por el blog) se me despierta la curiosidad: ¿podrían cruzarse las dos especies de elefantes y engendrar un híbrido fértil (como en el caso de perros y lobos)? ¿Engendrarían híbridos estériles (como en el caso de caballos y burros, y, según creo, caballos y ciervos)? ¿O son dos especies que, aunque similares, son lo suficientemente diferentes como para no engendrar ningún tipo de híbridos (como lobos y zorros, aunque ambos pertenecen a la familia de los cánidos)?
    En fin, cosas que se le ocurren a uno preguntar...
    Un saludo!

    ResponderEliminar